Recuperación de la morosidad en la comunidad de vecinos
Formar parte de una comunidad de vecinos nos ayuda a compartir gastos, a mejorar el mantenimiento del edificio en el que vivimos gracias a que todos tenemos un interés en común…
Todas son ventajas hasta que nos encontramos con que alguno de los propietarios deja de pagar las cuotas de la comunidad o se niega a aportar su parte en las derramas aprobadas para mejorar diferentes aspectos de la comunidad.
Contar entre la comunidad de vecinos con un moroso puede perjudicar, y mucho, la convivencia y por supuesto, paralizar los procesos necesarios para el correcto mantenimiento de la comunidad o la mejora de ella.
El administrador de la comunidad juega aquí un papel muy importante. Es este profesional quien debe encargarse de mantener al día el libro de cuentas de la comunidad, con el consiguiente control sobre los gastos e ingresos generados y con la situación de pago de los propietarios.
Solo revisando estos datos y manteniéndolos al día, es posible detectar si la comunidad cuenta con alguien que no se encuentra al corriente de pago entre sus integrantes y poder así poner solución a esta situación.
¿Qué hacer si hay un moroso en nuestra comunidad de vecinos?
Uno de los principales papeles del administrador de fincas es actuar como mediador y vía de comunicación entre los vecinos. Por este motivo, debe ser el administrador quien inicie los trámites pertinentes para conseguir que las deudas con las que cuenta dentro la comunidad sean saldadas.
El primer paso es actuar de forma conciliadora e informar al moroso de su situación con relación a las cuentas. Es necesario que en estas comunicaciones se indiquen los plazos en los que el propietario debe hacer el ingreso para ponerse al día. Además, mientras la situación de morosidad sea vigente, la persona que no se encuentra al corriente de pago no tendrá derecho a voto en las juntas perdiendo así su capacidad de decidir sobre los cambios, reformas y elecciones de otra índole que puedan ponerse sobre la mesa a lo largo de este periodo.
Si tras agotar la vía de la conciliación el moroso de la comunidad sigue sin hacer frente a su deuda. La comunidad al completo deberá decidir en junta, por mayoría simple y en presencia del administrador de la finca si inicia o no los trámites pertinentes para reclamar la deuda por la vía judicial.
En este caso también es el administrador quien debe encargarse de ofrecer a los vecinos el asesoramiento legal adecuado para llevar a cabo estos procesos. Además, el propietario que ha contraído la deuda debe ser informado de que la vía judicial ha sido abierta por parte de la comunidad mediante un burofax. Labor de la que también debe encargarse el administrador de la finca.
Una vez iniciado este proceso se abre ante la comunidad un camino de presentación de documentación, comunicaciones con la administración y otros trámites que pueden alargarse unos cuatro meses y de los que el administrador debe mantenerla informada en todo momento.
Y es que la figura del administrador de fincas es fundamental en cualquier proceso que tenga que ver con las comunidades de vecinos pero más aún en situaciones que requieran comunicaciones oficiales y procedimientos judiciales.
Asegurarte de que el administrador de fincas de tu comunidad no solo es capaz de manejar estas situaciones, sino que también ofrece estos servicios en caso de ser necesarios, es fundamental para vivir con tranquilidad en vuestra comunidad.
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