Según las estadísticas, cada año, alrededor del 20 % de las comunidades de vecinos se plantea cambiar de administrador de fincas.

El cargo de administrador de fincas debe estar basado en una relación de confianza que este mantenga con los propietarios de la misma. El administrador debe velar por los vecinos de su comunidad como si de un padre se tratara, esto significa que debe perseguir siempre los intereses de su comunidad para su mayor bien y a la vez ser una persona cercana con ellos, estar abierto al diálogo y a la solución de conflictos y tener la habilidad de escuchar atentamente sus inquietudes.

Un buen administrador de fincas, en esencia, se caracteriza por ser la mezcla perfecta entre conocimiento de la materia, calidad humana y eficiencia. Por supuesto que, un buen administrador de fincas, tiene la obligación de cumplir las funciones reguladas en el artículo 20 de la Ley de Propiedad Horizontal para la correcta gestión de su comunidad y los vecinos deben tener la tranquilidad de que su administrador de fincas cumple con la normativa vigente.

Los problemas con los administradores de fincas suelen venir cuando una o varias de las situaciones mencionadas anteriormente no se cumplen. En el artículo de hoy y en el siguiente, te vamos a explicar cuáles son las causas más comunes del cambio de administrador de fincas, los motivos por los cuales este cambio, muchas veces, se dilata en el tiempo, las consecuencias que puede tener el hecho de retrasar el cambio de administrador de fincas y el tiempo en el que se puede cambiar de administrador de fincas.